¿Qué pasó en «Unplug & Play»?

Quería dejar “para la posteridad” un pequeño testimonio de lo que pasó de viernes a domingo en nuestro primer retiro “plázido” desde que empezaron los tiempos pandémicos. Un retiro concebido para alejarnos del atracón de pantallas que ha sido para tantos nuestro día a día. Un retiro para hacer teatro y volver a ser nosotros de cuerpo entero, con seguridad pero sin mascarillas.

Haciendo honor a su nombre, fue un retiro de desconexión, teatro y juego. De dejar volar la imaginación y atrevernos a ser niños de nuevo en el entorno más seguro que conozco y de la mano del que ha sido mi profe durante los últimos tres años, Jaime Moreno.

Y repetimos sitio. Volvimos a Los Castaños  que es auténtico y salvaje y tiene una sala  muy acogedora para un grupo pequeño como el nuestro. Un sitio hogareño donde te sientes bien cuidado pero sin lujos supérfluos y al que se llega muy fácilmente desde Madrid.

El grueso del retiro fueron las 15 horas de taller de teatro con Jaime Moreno que quiso darle el enfoque «ecoteatral«.

Cuando llegamos el viernes, después de dejar nuestras cosas y recibir nuestro regalo de bienvenida, empezamos el taller como no podría ser de otro modo, con un ejercicio de presentación y reconocimiento del espacio. Nos lanzamos con las primeras improvisaciones en las que teníamos que transformarnos al instante  en diferentes personajes. Jaime, quiso que el hilo conductor del taller fuera el medioambiente. Así hicimos una primera impro grupal de ecologistas versus empresa constructora dividiendo al grupo y al espacio por la mitad. Y a continuación tres impros  que serían el germen de nuestra muestra final:

  1. Pareja hiperpija que no da un paso sino es volando en su jet privado, interesada en comprar unos terrenos. Agente inmobiliaria desesperada por vender. El hortelano dueño de las tierras no le interesa venderlas y los pone a todos a recolectar patatas. La pareja encantada se creen neorruralitas.
  2. Una pareja rusa quiere viajar a la luna. Comercial súper cool hace lo posible por venderles el viaje, lo menos contaminante posible. Asistimos a un flashback y descubrimos que el comercial y la mujer están compinchados y planean matar al magnate de la pareja.
  3. Activistas ecologistas atadas a unas secuoyas milenarias que serán taladas por unos montañeros, un tanto soeces, que a su vez serán asesinados por las activistas y éstas a su vez, serán matadas por un oso. Una carnicería.

y de ahí cenita y sobremesa en el porche de Los Castaños.

El sábado empezamos el día en plena naturaleza en la cima de la montaña que corona la finca, con ejercicios de yoga que dirigió nuestra compañera Mara y trabajo de atmósferas y dinámicas de los elementos: tierra, aire, agua (M. Chekhov) a partir de observar y sentir la propia naturaleza. Caminata de vuelta a la sala, cual marines, con rimas improvisadas. Y una vez allí, ejercicios de respiraciones y voz y estiramientos en el suelo. Impros a partir de interiorizar la dinámica de los elementos y humanizarlos. 

A partir de un cadáver exquisito, el juego que inventaron los surrealistas que introduce el azar en el proceso creativo y que consiste en frases sencillas escritas en un papel que se dobla para que el siguiente escriba algo completamente nuevo, creamos dos nuevas situaciones:

Convento de monjas enamoradas y extasiadas por los pies del Padre Superior.

Dos cazadores muy machirulos (a uno de ellos le picaba continuamente sus genitales), se jactan de cazar especies en peligro de extinción.

Ya por la tarde, redescubrimos los sentidos desde un punto de vista interpretativo. El gusto, lo traducimos a la palabra. Escribimos una carta a un compañero. Al leerlas en voz alta el resto de compañeros tienen los ojos cerrados y solo escuchamos la voz del que lee, agudizando así el oído. Percibimos que salen emociones sinceras o quizás por la propia dificultad de la caligrafía se leen con tropiezos (lo que puede también inspirar la creación de un personaje al que le cuesta hablar).  Tacto: con la misma pareja, uno de ellos tendrá los ojos cerrados y descubrirá el espacio con su cuerpo, mientras que el otro será su lazarillo. Luego imitamos, justificamos y humanizamos los movimientos torpes del compi con los ojos cerrados. Vista:  Seguimos con la pareja. Nos convertiremos en directores de cine. que filman al modelo utilizando 5 planos: cenital, contraplano, detalle, general, secuencia (alrededor del modelo). Descubrimos otra manera de mirar. 

Yo estoy aquí|Yo estoy aquí, en relación a …: Ejercicio de composición espacial. Un grupo sobre la sala y fuera de ella, individualmente caminan y emiten la frase que da título al ejercicio solo cuando de verdad se sienten a gusto en un determinado lugar de la sala.

Hacemos crecer las historias del día anterior con atrezzo excéntrico que cada uno hemos traído para la ocasión. Los aplicamos a los personajes de nuestras impros y  descubrimos travestidos, seres inanimados, cambios de nacionalidad o tribus urbanas.

Por la noche, nos ponemos nuestras mejores galas e improvisamos en la cena un convite de un gran bodorrio, con su fiesta  pachanguera incluida. El momento de desparrame, de cantarlo y bailarlo todo.

El domingo por la mañana nos volvemos a juntar y estiramos individualmente y activamos frotándonos enérgicamente y con ducha de palmas por todo el cuerpo y otros ejercicios de concentración y activación. 

Iniciación al coro, frente a un héroe . Ejercicios de coro/corifeo/héroe por el espacio. Un ejercicio de texto con un monólogo de El enemigo del pueblo, de E. Ibsen. Aprovechando las formaciones del coro, se enfrentan el Dr. Stockmann (héroe), contra un juicio formado por jueces, ediles, abogados, altos cargos políticos y, como trasfondo, unas aguas contaminadas en un balneario abierto al público, siguiendo el tema central que nos ocupa durante todo el taller: el medio ambiente.

Para terminar, Jaime plantea unir las 3 historias improvisadas que se han trabajado los días anteriores. Es el momento de La Muestra. Surgen así, parentescos imposibles, saltos en el tiempo y situaciones loquísimas.

Entrega de premios improvisada, Los OSCARS del EcoteatroOrganización (Los Castaños) incluida. Aunque solo los que asistimos podemos entender el por qué, ahí va la lista de los premiados:

Mejor actor revelación: Luis 

Mejor ánima: Eva

Mejor actriz internacional: Susana

Mejor presencia rural: Alba

Mejor banda sonora (por su particular frase Rock sant billy & rock sant beat): Almudena:

Mejor actriz revelación: Gaby

Mejores divas: Ex-aequo Mara y Gema

Mejor transformación LGTBIQ y mejor producción: Tomás (que vino directamente desde Viena)

Mejor enfermita: Celine (que se puso buena pero nos dió un buen susto)

Mejor profe: Jaime

Mejor jefa: “servidora” 🙂

 Y tres oscars también para Los Castaños. Lo más: Carmen (la dueña de Los Castaños que se porto particularmente bien con nuestra enfermita), Mejor cocinero: Miguel y Mejor camarera: María.

Y como todo buena entrega de Oscar no podía faltar el Photocall.

Estos son alguno de los testimonios de los asistentes que fueron muy positivos:

“Una experiencia para repetir”

“Una experiencia fantástica, desconexión del agobio de la ciudad, del día a día. Un fin de semana especial, muy creativo y original.”

“Fantástico! Un lugar inspirador, clases muy creativas y diversas, un profesor apasionado, organización perfecta, y un grupo increíble, me sentí muy cuidada, ¡gracias por todo !”

“Mi impresión general es totalmente satisfactoria. Excelente como estuvo todo organizado, y Jaime en directo es maravilloso. Ojalá que pueda volver cuando algo así se repita. ¡Gracias!”

“La verdad es que iba a este retiro con mucha ilusión y cumplió totalmente mis expectativas. Tanto el grupo como las actividades como el sitio fueron geniales.”

“Ha sido una experiencia muy chula, ya que tenía ganas de hacer un retiro y sobre todo de teatro, estaba hecho para mi.”

“La comida y la atención de Los castaños, fabulosos.”

Y esto es todo amigos. Aunque nos quedamos con ganas de más, de mucho más… ¡Volveremos!

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