El año en el que el mundo tenía otros planes
A finales de 2019 tomé la decisión de reinventarme de nuevo. Decidí que Plázida dejaría de ser el primer coworking “líquido” (sin espacio propio) para nómadas digitales de Madrid, y me enfocaría de nuevo en mi verdadera profesión, la consultoría de branding y la creación de eventos bonitos, algo que siempre he hecho “además de”.
Fusioné grasp, Marcas con sentido (mi anterior consultora) con Plázida y, de lo mejor de ambos mundos, nació el nuevo Plázida, la consultora de slow branding y experiencias bonitas.
Una reinvención profesional no se hace todos los días. La ocasión merecía una celebración. Así que planifiqué para abril una gran fiesta de lanzamiento junto con otras tres emprendedoras a las que admiro mucho. Entre ellas, mi querida clienta, Inés Sagrario de ekonoke.
Pero el mundo tenía otros planes.
2020 ha sido un año de los que marcan la historia por las razones equivocadas. Como lo fue 2001 con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York o 2008 con la crisis financiera de la que todavía no nos hemos recuperado.
Difícilmente nos olvidaremos de ese marzo aciago que nos recluyó en nuestras casas. De las noticias que nos llegaban del exterior. Del número diario de fallecidos en residencias de ancianos y UCIs colapsadas. En condiciones muchas veces inhumanas. De cómo en los peores momentos de la pandemia, se habilitó el palacio de hielo como morgue y se abrió en IFEMA un enorme hospital de campaña como si estuviéramos en tiempos de guerra. Ha sido el año en el que la pandemia ha ocupado (y aun ocupa) las primeras páginas de todos los medios todos los días.
Hemos normalizado una situación que vivimos como provisional, sobre todo desde el anuncio de las vacunas. Pero no por eso deja de ser terrorífica. Todos los días y solo en España, hay tantos fallecidos por COVID como si se estrellara un avión y murieran todos sus pasajeros.
Todos los días. ¿Cómo se puede normalizar eso?
Y en otro orden de cosas, más liviano. En el país de la fiesta, los bares, la sobremesa, el mogollón, el «cachondeito», las playas abarrotadas, el sol, el paseo, el botellón, los macroconciertos, los amigos, la familia larga y extensa, las cañas de después, los dos besos…parecía como si el dichoso virus quisiera acabar de un plumazo con todo lo que nos gusta y nos define. Con nuestra identidad como pueblo. Con lo que atrae a la friolera de 80 millones de turistas al año. Hasta hemos empezado a cenar a las 8 de la tarde como en los países nórdicos.
Y particularmente, ¿cómo he vivido yo este año trágico?
Casi me da vergüenza decir que para mi 2020 ha sido un buen año. Con salud física y emocional que es lo más importante. Con una convivencia armoniosa con mi pareja y mis perritas en nuestro reducido espacio. Con vistas a árboles y a cielo y a la sierra madrileña desde el tendedero del tejado.
En los primeros momentos de confusión, tuve la suerte de hacer el curso de mentoring colectivo “Get shit done” con Natasha Mason, co-fundadora de un exitoso grupo internacional de emprendedoras en Madrid. Gracias Natasha 😊
Conseguí relanzar Plázida con menos ruido del previsto pero con mucho orgullo. Me encanta mi nueva web y mi identidad renovada. Gracias Iván 😊.
Y llegaron también los primeros proyectos de branding y con ellos la constatación de cuanto disfruto con mi profesión. Me encanta porque es siempre un reto intelectual, creativo y artesanal.
Volver a ser visible después de la ausencia no era fácil, pero lo estoy logrando.
Mientras mi mundo físico se empequeñecía hasta quedar reducido a mi casita y lo que en ella pueda suceder, el mundo virtual y sus posibilidades no paraba de crecer. Ha sido el año de “todo por zoom”: el trabajo, los hobbies, el aprendizaje, los eventos, la comunidad, los amigos…
Y también ha sido el año de la co-creación con Alberto García de Newdreamers, el movimiento y la comunidad de los soñadores, en el que hemos puesto mucha dedicación y cariño. Gracias Alberto García 😊
Desde el lanzamiento del primer evento en Mayo, “El mundo en el que todos queremos vivir”, todos los meses hemos hecho un video encuentro con una persona inspiradora para explorar una gran pregunta abierta y posibilitadora. EL R.O.L (return-on-love) ha sido gigante y la intención es continuar con el proyecto en 2021, hacer crecer la comunidad y seguir empujado para que el mundo en el que todos queremos vivir vaya naciendo con todas sus infinitas posibilidades de emprendimiento y branding.
Este año ha sido también el de los grandes descubrimientos de personas y proyectos inspiradores. Como The Great Wave, el macroevento de The House of Beautiful Business; los eventos de la Complexity University que se proponen enseñar cómo abordar 10 retos complejos en 10 años; el libro «Human Kind» de Rutger Bregman que ofrece un nuevo entendimiento de la naturaleza humana; el autor activista Charles Eisenstein y su curso sobre Political Hope o su libro “The most beautiful world our hearts know is possible”; “The Good Ancestor: how to think long-term in a short term world” de Roman Krznaric o “Privacy is Power” de Carissa Véliz.
Según te vas haciendo mayor, la percepción del tiempo se acelera. Los meses y años pasan tan deprisa que te cuesta recordar qué pasó cuando. ¿En serio ya hace 7 años de esa foto que nos muestra el algoritmo de Facebook?.
Pero este año nos ha enseñado que también podemos (o quizás debemos) vivir más despacio, que nos de tiempo a pensar si tiene sentido donde invertimos nuestro tiempo, dinero y atención. Nadie nos podrá convencer nunca de que no existieron aquellas cosas buenas que vimos cuando el mundo paró en seco. Como por ejemplo que si cambiamos drásticamente nuestro estilo de vida podemos detener el cambio climático o que es posible dejar de lado nuestros intereses particulares y centrarnos en el bien común.
¿Lo ponemos en práctica en 2021?